Dentro de muy poco nos vernos envueltos de un montón de insectos, no hay que alarmarse, es una de las características del tiempo caluroso, así que podemos aprovechar para sacar algunas buenas fotografías en modo macro con nuestras cámaras.
Esto no pretende ser un curso de fotografía macro, simplemente os queremos facilitar algunos consejos sobre esta técnica fotográfica que resulta tan impactante.

Una vez decidimos hacer macros a insectos lo primero que hay que tener en consideración es cerrar el diafragma para asegurarnos de tener la suficiente profundidad de campo para nuestra imágenes. En estas fotografías unos pocos milímetros nos pueden separar de una gran fotografía.
También será conveniente usar el enfoque manual de nuestra cámara y despreciar el AF por rápido que este sea. Incluso el ruido de nuestro AF puede ser suficientemente molesto para los animales y en oírlo huyan de su emplazamiento. Así que será una buena opción pre-enfocar las tomas y ajustar el enfoque en el momento del disparo.
No salgáis a tomar fotografías macro en las horas de más calor puesto que es el momento en que los insectos están más activos y será más difícil conseguir situaciones más estáticas. Es mejor hacer fotografía macro a primeras horas del día, cuando los insectos aún están fríos y faltos de energía.
Buscad fondos homogéneos o crear desenfoques importantes para dar más importancia al primer plano. Usad el trípode para conseguir una mayor estabilidad en el momento del disparo.
Incluso una pequeña brisa puede estropear vuestras imágenes, así que será conveniente escoger días en los que no sople viento.

Ya me diréis que tal os ha ido vuestra incursión en el mundo “macro-animal”